Las presentaciones


Las normas de cortesía indican que cuando personas que no se conocen se encuentren, deberían de ser presentadas, para evitar su exclusión de la conversación. 
Las reglas de la presentación se basan en tres parámetros de sobra ya conocidos, el sexo, la edad y el rango (categoría), de tal forma que los caballeros son presentados a las damas, la persona más joven a la mayor...
La fórmula para introducir la presentación suele ser algo parecido a Permítame que le presente o quería presentarle o me gustaría presentarle...
Y las fórmula de respuesta más habituales son Encantado de conocerle, o es un placer, si la situación no es excesivamente formal, se puede solventar con algo parecido a me alegro.
La fórmula más habitual de saludo en una presentación es darse la mano entre caballeros, en el caso de las señoras, aunque también es preceptivo el saludo con un apretón de manos, lo normal es que ella nos tienda la mano  y nosotros se la tomamos. 
En ocasiones más formales, deberemos coger la mano que nos tiende la mujer y, con las piernas rectas, nos inclinamos levemente y  a la vez subimos la mano de la señora hasta rozarla ligeramente con nuestros labios (a veces ni siquiera eso).
El caballero siempre se pone en pie cuando se le presenta a alguien, la mujer puede hacerlo en una actitud cordial pero no es obligatorio que se levante, aunque si apropiado.
El caballero siempre ha de desnudar la mano en caso de que lleve guantes.
La costumbre de chocar la mano viene de la antigüedad en la que cuando dos cavernícolas se encontraban levantaban las manos al aire en señal de que no portaban ningún arma, lo que demostraba su intención amistosa.
 Cuando nos presentan a otro caballero debemos de cuidar los siguientes aspectos:
  • El apretón de manos debe ser firme y correcto. Ni para romper la mano ni dejarla muerta
  • Sacudir ligeramente las manos realizando el movimiento desde la altura del codo
  • Debemos mirar a los ojos de la persona que nos presentan con actitud franca y amistosa
  • En la presentación debemos escuchar con atención el nombre del presentado. Si no lo oímos bien, requerir que se repita el nombre para así no quedarnos sin enterarnos de a quién nos están presentando.
Los parámetros en los que se mueve la valoración del apretón de manos son de diferente naturaleza, tales como temperatura, humedad, textura, fuerza, vigor del movimiento, duración, contacto visual... Estas son constantes que debemos controlar para el éxito de una presentación, no debemos de olvidar que la primera impresión es la que cuenta

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