Celebraciones especiales: nacimiento


No existe mejor noticia que el nacimiento de un hijo. Después de meses de espera, dificultades del parto, etc, el traer una persona al mundo se convierte en el inicio de innumerables momentos de felicidad.
La noticia de un nuevo nacimiento no es algo que suela pillar por sorpresa, siendo una fecha tan concreta la de la concepción, a medida que se va a acercando la fecha en cuestión las personas más cercanas serán conscientes de ello, no obstante, corresponde, llegado el momento, al padre (por razones obvias la madre suele encontrarse algo indispuesta) dar la buena nueva, poniéndose en contacto, generalmente por teléfono, con las personas allegadas.
El primer paso a dar es acudir a la clínica  a visitar a la madre y conocer al bebé, con el fin de darle la enhorabuena por el feliz evento. Es adecuado llevar algún tipo de presente a la madre, del tipo de flores o bombones. En el centro hospitalario procuraremos comportarnos de manera correcta, respetando las decisiones de la madre y su descanso, prevaleciendo el bienestar del bebé sobre cualquier cosa.
No resulta aconsejable solicitar cogerlo en brazos, a no ser que sean los propios padres los que nos inciten a ello. Tampoco resulta apropiado establecer comparaciones y parecidos con familiares, resulta absurdo buscar parecidos a un bebé que acaba de nacer, por ello, es preferible evitar este tipo de comentarios que no tienen fundamento sólido.
Las buenas maneras nos obligarán a ser parcos en las críticas. Si queremos buscar adjetivos calificativos para el recién nacido, éstos siempre serán de naturaleza positiva. Ahondando en las cosas buenas que le reconozcamos y obviando las partes menos agraciadas que presente.
El recién nacido nace entre un gran sufrimiento, sufrimiento que habitualmente se ve reflejado durante algún tiempo en su aspecto físico, amén de cualquier defecto o malformación, por eso cualquier comentario estético negativo está de mas en la visita. La visita es para felicitar a la madre y conocer al recién nacido, no para hacer crítica.
Cualquier tipo de enfermedad que tengamos (incluso un simple catarro) será motivo suficiente para que evitemos personarnos en la clínica, resultaría fatal que el bebé enfermara por nuestra culpa.
La brevedad en la visita, también es otro requerimiento en el hospital, sobre todo para no interferir en los importantes vínculos afectivos que entre padres y recién nacido se están estableciendo
Queda para después, una posterior visita a la casa del recién nacido, con más tiempo, en el que si resulta apropiado llevar algún tipo de presente para el recién nacido, bien ropita, bien algún electrodoméstico para el control del bebé, bien algún juguete. sea el regalo que sea, debemos de asegurarnos que está perfectamente homologado para ser utilizado por esa personita.

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